Por: José Renan Trujillo
En los grandes debates, en sesiones del congreso, en manifestaciones, en corrillos; en comentarios del diario vivir; escuché y me grabé la frase: “ El glorioso, inmarcesible y siempre indivisible partido liberal”. Salía del alma de los pie andantes seguidores del partido de mis amores y convicciones.
Desde la cuna escuché las estrofas y la melodía que acompañaba el himno del partido que en cada acto público, previo a su inicio, entonaba acompañada de la asociación femenina liberal, mi madre con su bella voz y recta postura de militante fiel.
Mi vida está llena de los máshermosos recuerdos de cuando se vibraba con solo pronunciar las cincopalabras con el puño derecho en alto: “viva el glorioso partido liberal”.
Épocas de militancia, de convicciones profundas, de lealtades a toda prueba, de entrega y amor por la causa; de acatamiento a los principios y valores que pregonaban los grandes lideres a quienes se seguía con pasión e indeclinable respeto.
Muchas ocasiones he preguntado ¿dónde están los lideres?
Debió salir el Ex presidente Cesar Gaviria a volver a asumir la conducción del cascaron que queda de la estructura solida que fue la colectividad roja. A la vieja casona en la avenida caracas de Bogotá hoy llegan los voceros de un gastado estilo de ejercer la vieja política, sin la más mínima seña de renovación que abra el camino a nuevas generaciones que
defiendan el ideario socialdemócrata; esencia fundamental del liberalismo colombiano.
En medio de una enorme controversia y profundas divisiones, en la noche del jueves, César Gaviria fue reelegido con 582 votos de los casi 1.000 delegados que hicieron presencia en la convención. El segundo fue Alejandro Carlos Chacón, que sacó 128 votos. Mientras Luis Fernando Velasco quedó bastante más lejos con apenas 11 votos.
Lo que demostró la aplastante derrota de Velasco es que jamás han tenido ni el, ni sus compañeros de “rebeldía” contra la dirección del partido, el más mínimo respaldo ni de quienes la representan en las corporaciones regionales y locales, ni de la militanciaactiva. Velazco, Chacón, Juan Fernando Cristo, Guillermo Rivera, Griselda Janeth Restrepo además de ser protagonistas del gigantesco oso electoral en la convención, dejaron claro que su respaldo a Petro no pasa de unos cuantos que solo representan sus propios intereses.
El petrismo perdió así su posibilidad, que en razón a esas supuestas mayorías de los “rebeldes”, creyó tener para manejar el Partido Liberal. Y el expresidente será el que oriente a la colectividad para las elecciones de 2026, cuando se elegirá al nuevo Congreso y al próximo presidente de la República.
Gaviria tampoco tenía el apoyo unánime de losliberales. “Al oído del expresidente César Gaviria: con todo respeto, estimado expresidente y colega, dejemos que la gente joven del liberalismo tenga la misma oportunidad de gobernar el partido que nosotros tuvimos hace algunos años y que nos permitió llegar a la Presidencia de la República.
Si no lo hacemos ya, la polarización ideológica que vivimos se encargará de enterrar en la próxima campaña las legítimas opciones de una renovación democrática pluralista que incluye la del liberalismo en todas sus tendencias y matices”, había escrito Ernesto Samper antes de la votación.
Y quienes todavía pensamos con criterio socialdemócrata, respaldamos esa posición, a pesar de observar con inmensa tristeza que nuestro partido ya no es ni glorioso, ni inmarcesible; ni indivisible.