marzo 23, 2025

Lo que ocasionó el huracán Milton. Vox Populi José Renán Trujillo.

El huracán Milton, que azotó Florida en la madrugada del miércoles al jueves, nos ha recordado la fragilidad de nuestras infraestructuras y la urgencia de repensar cómo vivimos frente a los fuertes y difíciles hechos de la naturaleza. 

Con al menos 10 vidas perdidas y más de 3 millones de personas sin electricidad, las secuelas del paso de Milton son devastadoras, no solo por la destrucción material que ha dejado a su paso, sino también por el impacto emocional en las comunidades afectadas.

No es fácil pensar que se puede llegar a perder la vida o sufrir ciertos daños, sin la oportunidad de hacer algo al respecto frente a este huracán, solo evacuar y dejar a un lado todo lo que se ha construido por años en aquellas familias.

Florida es un estado que, debido a su geografía, ha sido históricamente vulnerable a tormentas catastróficas. Las ciudades golpeadas, desde Siesta Key hasta Orlando y Daytona, muestran cómo una vez más, el Golfo y la costa han sido el escenario de una batalla entre lo humano y lo natural. Los vientos de 205 km/h de Milton y las marejadas ciclónicas que arrasaron sus costas son un testimonio del poder destructivo de un sistema climático cada vez más extremo.

Más allá de la cobertura mediática centrada en las cifras y los daños, lo que realmente destaca en estos momentos de crisis es la resistencia de las personas. Los equipos de rescate han trabajado incansablemente, salvando vidas como la del niño de 14 años rescatado de las inundaciones, un recordatorio conmovedor de la valentía y el compromiso que emerge en los momentos más oscuros. Sin embargo, esta resiliencia humana no debe ser excusa para ignorar los problemas estructurales que amplifican el impacto de fenómenos como Milton. 

La infraestructura de muchas áreas afectadas no está preparada para tormentas de esta magnitud. Los cortes eléctricos generalizados, la devastación de las viviendas y la falta de planificación urbana que consideran el cambio climático son problemas que no pueden ignorarse por más tiempo, mas bien llego el momento de enfrentar y tratar estas situaciones para más adelante no volver a sufrir como con este acontecimiento.

El llamado del presidente Biden y el gobernador DeSantisa la calma y la seguridad es fundamental. Pero también es urgente que sus mensajes vayan acompañados de acciones concretas. Milton, como muchos huracanes antes que él, es un recordatorio contundente de nuestra dependencia de un entorno que no controlamos. 

Nos invita a reflexionar sobre la necesidad de adoptar un enfoque más sostenible a largo plazo, que pongan la seguridad y el bienestar de las personas por delante de las ganancias económicas o la comodidad a corto plazo.

Florida se levantará de esta catástrofe, como lo ha hecho en el pasado. Pero la verdadera pregunta es ¿Estamos preparados para el próximo Milton?

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