@FLIP_org y @CarlosCarrilloA: caso Paula Bolivar de W Radio Colombia.

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La reciente controversia entre la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) y Carlos Carrillo, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), ha suscitado un intenso debate sobre la libertad de prensa y la responsabilidad de los funcionarios públicos en Colombia.

Investigación periodística y reacción oficial

El 11 de febrero de 2025, la periodista Paula Bolívar de La W Radio publicó una investigación titulada «Caso UNGRD: los presuntos nexos del ELN en contratación de maquinaria amarilla». En este reportaje, Bolívar reveló que la UNGRD habría adjudicado contratos por 4.500 millones de pesos a Jhon Freddy García Beltrán, un contratista de Arauca con presuntos vínculos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Estos contratos fueron inicialmente aprobados bajo la dirección de Olmedo López y posteriormente refrendados por Carlos Carrillo, quien asumió el cargo de director de la UNGRD tras la renuncia de López. Según la investigación, Carrillo habría autorizado los pagos tras presuntas presiones desde la Presidencia de la República.

En respuesta, Carlos Carrillo adoptó una postura crítica hacia la periodista. Durante una entrevista en La W Radio, Carrillo calificó la investigación de «falsa, ligera y completamente irresponsable», sugiriendo que la publicación ponía en riesgo su vida y la de los funcionarios de la UNGRD. Además, insinuó que el trabajo de Bolívar obedecía a intereses personales, como la búsqueda de premios o protagonismo en redes sociales.

Pronunciamiento de la FLIP

La FLIP emitió un comunicado rechazando los señalamientos de Carrillo hacia Paula Bolívar. La organización destacó que, en lugar de refutar la información presentada, el funcionario descalificó a la periodista y cuestionó sus motivaciones, lo que derivó en una serie de ataques en redes sociales con contenido machista y sexista contra Bolívar. La FLIP enfatizó que los servidores públicos deben abstenerse de hacer declaraciones que promuevan la intolerancia o la hostilidad contra la prensa, recordando que tales acciones van en contravía de sus obligaciones como funcionarios.

Respuesta de Carlos Carrillo

Tras el pronunciamiento de la FLIP, Carrillo reiteró su posición a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter), argumentando que «las ligerezas informativas terminan cobrando vidas». Señaló que la periodista incurrió en el grave error de generalizar y criminalizar a toda una entidad, poniendo en riesgo la vida de más de 1.000 personas, entre funcionarios y contratistas de la UNGRD en todo el país. Carrillo enfatizó la necesidad de que cualquier acusación de esta magnitud se sustente en pruebas concretas y se presente ante las autoridades competentes.

Implicaciones y llamado al respeto mutuo

Este incidente pone de manifiesto la delicada relación entre la libertad de prensa y la responsabilidad de los funcionarios públicos. Mientras el periodismo de investigación cumple con su labor de vigilancia y denuncia, es fundamental que las respuestas oficiales se enfoquen en esclarecer los hechos sin descalificar ni estigmatizar a los comunicadores. La FLIP hizo un llamado a Carrillo para que, en caso de considerar que alguna información periodística es inexacta o errónea, utilice los mecanismos dispuestos por la Constitución, como el derecho a la réplica o la solicitud de rectificación, en lugar de atacar a la prensa.

Este caso resalta la importancia de mantener un diálogo respetuoso y constructivo entre los medios de comunicación y las instituciones públicas, garantizando así un ambiente propicio para el ejercicio del periodismo y la transparencia en la gestión pública.

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