Meta y Eminem en batalla legal 2025.

La tensión entre artistas y plataformas digitales sumó un nuevo episodio de alto impacto en 2025. Esta vez, el protagonista es el icónico rapero Eminem, quien —a través de su editorial Eight Mile Style— demandó a Meta Platforms Inc., empresa matriz de Facebook e Instagram, por el uso no autorizado de 243 de sus canciones, reclamando una compensación de 109 millones de dólares.
La demanda fue radicada el 30 de mayo ante el Tribunal del Distrito Este de Michigan, y señala que Meta habría permitido que usuarios utilizaran temas de Eminem a través de funciones como “Original Audio” y “Remix” de Reels, sin contar con licencias legales ni acuerdos previos.
Desde Meta respondieron que mantienen alianzas con múltiples sellos y editoriales musicales a nivel global, y que ya estaban en negociaciones con Eight Mile Style antes de la acción judicial. Sin embargo, la editorial insiste en que nunca firmó ningún acuerdo con la compañía de Mark Zuckerberg y que sus advertencias anteriores fueron ignoradas.
¿Por qué esta demanda es relevante?
El caso trasciende el ámbito de una simple disputa financiera. Involucra a una figura emblemática de la música y pone en el centro del debate el uso de obras protegidas por derechos de autor en plataformas donde el contenido generado por los usuarios es el principal motor de crecimiento.
Se discuten temas de fondo como los límites entre la viralidad digital y la propiedad intelectual, en un contexto donde millones de clips pueden utilizar fragmentos de canciones sin que sus autores reciban compensación alguna.
Un conflicto con historia
Esta no es la primera vez que Eminem y su editorial confrontan a Meta. En 2013, ya habían presentado una demanda por el uso no autorizado de su canción “Under the Influence” en una campaña publicitaria de Facebook.
Hoy, el nuevo conflicto podría sentar un precedente legal clave sobre cómo las plataformas deben gestionar los derechos musicales dentro de sus herramientas creativas.
Eight Mile Style afirma que el uso de estas 243 canciones generó miles de millones de reproducciones en las plataformas, sin que el artista ni su equipo recibieran retribución alguna. Aseguran además que Meta ignoró reiteradas solicitudes de retirar el contenido y que se benefició económicamente del tráfico que este material generó, afectando directamente el valor comercial de las obras.