La CAR propone que el eje de esta discusión debe ser la seguridad hídrica, y por ello ha venido avanzando en la priorización de acciones e inversiones en programas de protección de zonas de recarga de acuíferos, microcuencas, páramos, conservación de humedales, medidas de adaptación al cambio climático y modelos de restauración participativa.
“Desde hace más de un año hemos venido insistiendo en la necesidad de construir una visión de ocupación del territorio de la Sabana de Bogotá con criterios de sostenibilidad ambiental, garantizando la seguridad hídrica y el saneamiento básico ambiental, de cara a los desafíos del cambio climático”: Director de la CAR.
La Corporación recomienda articular y armonizar los lineamientos con las demás normas expedidas por las diferentes autoridades ambientales, así como de escuchar a las comunidades que habitan en los municipios del área de influencia, pues de conformidad con el Acuerdo de Escazú, los ciudadanos tienen el derecho de definir el destino de sus territorios.
• La CAR invita además a trabajar y construir colectivamente la propuesta de lineamientos con la Gobernación de Cundinamarca, con las alcaldías de los diferentes municipios y con las autoridades ambientales de la jurisdicción.
En su condición de autoridad ambiental con jurisdicción sobre la Sabana de Bogotá, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR dio a conocer un conjunto de observaciones y recomendaciones al proyecto de resolución expedido por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible – MADS, en relación con los lineamientos para el ordenamiento ambiental de esta zona.
En rueda de prensa, el director general, Alfred Ignacio Ballesteros afirmó que la CAR coincide con el Gobierno nacional en la necesidad de avanzar en la construcción colectiva y participativa de unos lineamientos para ordenar la Sabana de Bogotá, cuyo eje de discusión sea la seguridad hídrica representada en la priorización de acciones e inversiones en programas de protección de zonas de recarga de acuíferos, microcuencas, páramos, conservación de humedales, medidas de adaptación al cambio climático y modelos de restauración participativa.
“Ordenar el territorio al rededor del agua no es una opción es una obligación, por ello, desde hace más de un año hemos venido insistiendo en la necesidad de una mirada integral que garantice la seguridad hídrica y el saneamiento básico ambiental como prerrequisito para los ajustes de Esquemas de Ordenamiento Territorial – EOT y los Planes de Ordenamiento Territorial – POT en la Sabana”, afirmó Ballesteros.
Si bien desde la expedición misma de la Ley 99 de 1993, en su artículo 61, se declaró a la Sabana de Bogotá como de interés ecológico nacional con destinación prioritaria agropecuaria y forestal, la Corporación reconoce que esta visión no se compadece con las dinámicas de crecimiento y desarrollo que le impone su proximidad con la capital del país y por ende sus demandas de bienes y servicios ambientales. Por ello admite la necesidad de redefinir y enfocar sus esfuerzos en las nuevas realidades del aumento poblacional, la suburbanización y el cambio climático.
“Debemos definir modelos de ocupación del territorio con criterios de sostenibilidad ambiental pues algunos municipios de la Sabana no pueden seguir creciendo de la forma en que lo han venido haciendo. Reiteramos: ¡crecimiento sí, pero no así!”, subrayó el director Ballesteros.
El funcionario invitó a la Cartera Ambiental a aplicar y enmarcar esta discusión en el Acuerdo de Escazú, privilegiando el derecho de los ciudadanos a decidir el futuro de sus territorios, la participación pública y el acceso a la justicia en asuntos ambientales.
Otras consideraciones
Aunque la CAR hizo parte de las mesas de trabajo convocadas por Minambiente para este asunto, no conoció el documento actualmente publicado ni tuvo acceso a la cartografía ni al anexo técnico del proyecto de resolución.
No obstante, como autoridad ambiental la Corporación insiste en la necesidad de articular y armonizar los lineamientos con las demás normas expedidas por las diferentes autoridades ambientales que hacen parte del Sistema Nacional Ambiental – SINA, revisar la declaratoria de agotamiento del recurso hídrico, y establecer las fuentes de financiación para dar cumplimiento a los lineamientos, “Aplaudimos la decisión de la magistrada Nelly Yolanda Villamizar que ordenó al Ministerio rehacer el procedimiento para definir los lineamientos sobre el ordenamiento de la Sabana de Bogotá, generando una construcción participativa de esta determinante ambiental”, destacó el director Alfred Ballesteros.
Finalmente, el funcionario insistió en la necesidad de encontrar el equilibrio entre protección al ambiente y el desarrollo sostenible, así como escuchar a las entidades territoriales y a las comunidades.
“Ojalá antes de culminar este año se puedan expedir los lineamientos y simultáneamente, por parte de la CAR ajustar las determinantes ambientales del Acuerdo 16 de 1998 que se definan por parte del Consejo Directivo”, puntualizó el Director de la CAR.