En “La Frijolada de las Godas”, las obras de los escritores Carlos Vásquez Z. y María Clara Ospina

María Clara Ospina H., Heyde López Durán y Carlos Vásquez Z.
por Claudio Ochoa
Los escritores Carlos Vásquez Zawadzki y María Clara Ospina Hernández han sido los invitados principales en la más reciente reunión (en mayo) de “La Frijolada de las Godas”. Él, presentando su obra “Libro de agua. Ojos de mar”. Ella con “La bizca y otros relatos”, su primer libro de cuentos.
Vásquez Zawadzki es reconocido por su defensa y promoción de la cultura y costumbres del litoral Pacífico colombiano, con renovado acercamiento a las tradiciones de nuestra Costa Atlántica. María Clara tiene trayectoria como estupenda poeta, comentarista, conferencista, viajera por el mundo, y desde el próximo 21 de julio Miembro Correspondiente de la Academia Colombiana de la Lengua.
“La Frijolada de las Godas”, tertulia que doña Bertha Hernández de Ospina hizo famosa por las reuniones con amigos y simpatizantes de su esposo, el ex presidente Mariano Ospina Pérez, allá en los años sesenta y setenta del siglo pasado, en las cuales naturalmente el tema central era la política partidista y los asuntos de interés nacional. Doña Bertha falleció en 1993 y posteriormente su nuera Olga Duque asumió las “frijoladas”. Desde el presente siglo estas jornadas son lideradas por la abogada y periodista Heyde López Durán, quien en su niñez y primera juventud disfrutó de las enseñanzas de doña Bertha.
Heyde es autora de una biografía sobre la heroína del 9 de abril, conocida doña Bertha como tal, pues “ni agua” les dio a los políticos que se acercaron al palacio presidencial esperando que Ospina Pérez les entregara el poder ese día doloroso de 1948, cuando los comunistas asesinaron al presidenciable Jorge Eliécer Gaitán, incendiando a Colombia.
LAS RANCHERAS ESTÁN DESPLAZANDO A LOS ALABAOS
En manos de Heyde las tertulias son multitemáticas, en lo cultural, lo político con diversidad de ideologías, lo jurídico…
La “frijolada” del mes de mayo fue iniciada por Carlos Vásquez Zawadzki, un tumaqueño de mundo, especialmente familiarizado con la cultura francesa y europea. En lo nacional, un comprometido con las tradiciones de nuestros litorales, presidente del PEN Colombia de escritores y autor de obras como “Percusiones”, Premio Internacional de Literatura Gustavo Adolfo Bécquer 2016.

Al presentar “Libro de agua. Ojos de mar”, Carlos Vásquez revela en su poesía los valores propios de su tierra, en el mar, los tambores, los indígenas, los afros, las musicalidades, los ríos, el ocaso, la selva. Una contribución al despertar y al no olvido. El maremoto de hoy –ha dicho—está arrasando con todo, estamos perdiendo las raíces culturales de Tumaco y el Pacífico, olvidando nuestros dioses, nuestras lenguas, las tradiciones. “Los negros cuentan y ellas cantan, lo que ellos cuentan se está perdiendo, lo que ellas cantan aún permanece, ya casi no se escucha de los ritos mortuorios, los alabaos y gualíes. Las rancheras mexicanas están invadiendo el territorio, portadas y promovidas por los carteles que se asientan en esta parte de Colombia”.
Su nueva obra puede conseguirse con Editorial PIGMALION en físico y por internet a través de Amazon.
EL GRIOT, EN VÍA DE RECUPERACIÓN
Acompañado por sus colegas, entre ellos el presidente de la Academia Colombiana de la Lengua, Eduardo Durán Gómez, reveló que hay una figura en vía de recuperación, una biblioteca ambulante, el “griot”, alguien que conversa con todos. Es el personaje más importante pues conoce las genealogías.
“Un “griot” (de la transliteración francesa «griot» de la palabra portuguesa «criado», término masculino singular para «sirviente») o jeli (djeli o djéli en francés) es un narrador de historias de África Occidental. El griot cuenta la historia como lo haría un poeta, un cantante de alabanzas o un músico ambulante. Un griot es un depósito de tradición oral”.
“País que pierde su memoria, como está ocurriendo con nuestro litoral pacífico, perdiendo la memoria indígena, la memoria africana y la blanca también. Se pierde porque es territorio de oralidad oral, lo que es oral se diluye. Las conferencias de los catedráticos se diluyen, si no se dejan unas notas, memorias. Colombia no se preocupa por el documento escrito. Yo provengo en formación de la cultura francesa, en donde cada autor tiene un depósito en las bibliotecas, en donde están sus diarios, su correspondencia, sus textos. Del escritor francés Gustave Flaubert, de quien no se ha perdido una sola letra, todo está en las bibliotecas”.
A continuación, reveló que cuando el investigador Alberto Donadío quiso hacer la historia de la dictadura blanda de Rojas Pinilla fue al Mininterior, y le respondieron que los documentos sobre este gobernante los tiraron al río Bogotá. Le tocó ir a Washington para hacer su obra.

Vásquez Zawadzki recordó su obra literaria “Mi amigo el Griot, contador de historias”, un bello libro para niños. Ahora—agregó—vamos con la obra “Los colores de la memoria” que el editor va a poner de manera virtual. Son 25 mujeres del pacífico y 25 del atlántico, clásicas y nuevas. Poetas que cuentan sobre el Pacífico y el Atlántico de ayer y de hoy.
LOS CUENTOS DE MARÍA CLARA OSPINA
María Clara Ospina Hernández, ha llegado con “La bizca y otros relatos” de Editorial Pigmalión, Premio Internacional Sial Pigmalión de Narrativa 2025. Su primera obra de cuentos. Inició su presentación reconociendo los valores de Carlos Vásquez Zawadzki y sus aportes a su nueva obra, sintiéndose honrada por el tiempo y experiencias que ha dedicado “a una principiante como yo … “que haga aquí, que corrija” … yo le agradeceré toda la vida”.
Mi libro es cuento corto. Este es un libro para adultos, muy adultos, porque tiene mucha fuerza, tiene mucho dolor, mucho erotismo. Aquí hay para reírse de la vida. Lo fui escribiendo durante 20 años… el año pasado concluí la recopilación, comentó.

La nueva integrante de la Academia Colombiana de la Lengua ha dicho que escogió 17 cuentos desarrollados en 6 países. En Colombia, relatos que ocurren en Cartagena, Bogotá, Medellín, algún lugar de la selva y Villa de Leyva; en París; en Miami; en Chile, el cuento “Gaviota de sol y su curanto (cocina sobre piedras calientes en un hoyo)”, nos habla sobre la gran herencia cultural de los indios de Chiloé y sus tradiciones culinarias, como la preparación del curanto; en Brasil, “Amuleto mágico” es un homenaje a Mário de Andrade, uno de los grandes escritores brasileros; y en Kenia, el cuento “El violinista de los flamingos”, nos habla de una historia de amor y tragedia en medio de la maravillosa migración de los flamingos, la más grande del mundo.
María Clara destaca que ofrece relatos muy variados, “cada uno es muy distinto al otro, porque cada uno de ellos fue escrito en un año diferente con un estilo diferente y durante vivencias distintas de mi vida y, es muy cierto, uno va cambiando su estilo de escribir. Cada lector encontrará su preferido, la “horma de su zapato”.
ESTAMOS DESPERDICIANDO LA RIQUEZA DE NUESTRO LENGUAJE
Muerte y amor destacan su obra. Cada cuento –dice—es como una mini novela, con personajes sólidos en un mínimo de páginas, tenemos poco tiempo para leer en extenso. Debemos recuperar palabras y términos que hemos puesto a un lado. Estamos desperdiciando la riqueza de nuestro lenguaje y lo hemos vulgarizado. Nuestra lengua es muy compleja y la debemos conservar.
Desde su juventud, María Clara Ospina acompañó a sus padres, el ex presidente Mariano Ospina Pérez y la líder femenina doña Bertha Hernández de Ospina, en sus viajes por diversos lugares del Planeta. De ahí que conozca diversas culturas y haya escrito variedad de poemarios (como Caligrafía del viento, Entre la lumbre y el agua, Lenguaje de maderas talladas…), la política ( con su obra Protagonistas de la democracia) y una muy agradable y expresiva biografía sobre su madre, Doña Bertha. El vuelo del cóndor es su antología de poetas colombianos traducidos al mandarín.

El polaco Bogdan Piotrowski, miembro de la Academia Colombiana de la Lengua, dice sobre su nueva obra que “Esta antología cautiva desde la primera palabra hasta la última, por un lado, por su arraigada presencia de la realidad, más bien, en la realidad, pero también por sus alusiones o referencias a la tradición de los símbolos culturales universales. La ficción parece ser inseparable de la realidad. En cada página hallamos sugerencias, indirectas, insinuaciones o correspondencias, metáforas y comparaciones en este único enlace que logra la bogotana entre lo concreto y lo simbólico, y que caracteriza la originalidad artística de la nueva integrante electa de la Academia Colombiana de la Lengua”.
María Clara Ospina es una juiciosa columnista de varios diarios, y vive muy enterada de la actualidad. Tan crítica y frentera como doña Bertha, su mamá, quien se ganó un lugar en la historia con sus temidos (entre los políticos torcidos) “Tábanos” y sus “frijoladas”, que con constancia prolonga la abogada Heyde López Durán.
La nueva obra de María Clara Ospina puede adquirirse a través de https://sialpigmalion.es/libro/la-bizca-y-otros-relatos/