marzo 26, 2025

 Transferencias, Centralismo, Parabienes

Por Ricaurte Losada Valderrama

En la columna anterior expresé que el mayor déficit fiscal que generará la reforma de transferencias a los entes territoriales, se resuelve de muchas maneras, entre ellas, a través de la ley de competencias territoriales, tema al cual me referí en esa oportunidad. Ahora me ocupo de las que considero más importantes.

En primer lugar, volviendo al Estado más eficiente, o mejor, volviéndole  eficiente, con lo cual se ahorrarán recursos incalculables, pues si, por ejemplo, hubiese eficiencia no estaríamos padeciendo los desastres de la inseguridad que acaba con vidas irreparables y desangra las arcas, exigiendo aumento de gastos en la Fuerzas Militares y de Policía y cuantiosas inversiones en reparación de infraestructura, por referirme solo a un hecho generado por la gigante ineficiencia estatal, debida, entre otras razones a una principal: el centralismo agobiante.

 En segundo lugar, acabando con la duplicidad de funciones y reduciendo la burocracia estatal, dos renglones donde se deben tomar muchas decisiones, como suprimiendo los asesores de palacio y de tantas entidades, así como las corbatas y la burocracia innecesaria.

Uno por ejemplo se pregunta si los ministros, jefes de departamentos administrativos y superintendentes, no son los asesores del presidente de la República, entonces es que no se nombra a las personas con capacidad para el ejercicio del cargo y lo propio en las restantes entidades y dependencias estatales.

En tercer lugar, adelgazando el Estado: por ejemplo, es inaceptable tanto magistrado auxiliar, mientras los titulares muchas veces no conocen los proyectos de providencias que aprueban y que haya cinco viceministerios en el ministerio de la igualdad, y además en los restantes debiera dejarse un solo viceministerio, así como suprimiendo la burocracia excesiva en el servicio exterior, utilizado para premiar a políticos y sus familiares y amigos.

En cuarto lugar, estableciendo planes de Estado, en reemplazo de los planes de gobierno. Esta decisión que arranca de la Constitución y que está referida apenas a uno de los tantos errores en que se incurrió en 1991 y que, de manera ciega, la política estrecha que se realiza en Colombia no ha permitido revisar, siendo una de las causas principales del atraso y del subdesarrollo que al revisarla ahorraría incalculables recursos.

Y, por supuesto, combatiendo de verdad la corrupción que se traga un porcentaje importante del erario público, detiene el desarrollo y desincentiva, desmotiva y desmoraliza a la generalidad de colombianos.

Por supuesto que estos ejemplos son apenas unos pocos sobre lo tanto que se puede hacer para ahorrarle al Estado gastos innecesarios e improductivos, que dependen de decisiones políticas que difícilmente se adoptarán en nuestro medio agobiado por el clientelismo, la politiquería y la corrupción.

Le dediqué tres columnas a este tema transcendente para Colombia y este año  habrá que continuar haciendo pedagogía al respecto, pues tengo claro que nuestro futuro depende de muchos factores, dentro de los cuales uno esencial y determinante es el de abrirle paso, ojalá de manera definitiva a la descentralización, pues sin ella seguiremos en el subdesarrollo, el retraso, la desigualdad, la muerte y la guerra.

Renuevo los mejores deseos para este año, ojalá en paz. Que haya vida, salud y bienestar para todos, menos polarización, justicia, transparencia, democracia y todos los parabienes que nos merecemos los colombianos.

@ricaurtelosada

Related Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *